Josef Breuer nace, vive y muere en Viena el 15 de enero de 1842 dentro de una prestigiosa familia judía.
Su madre fallece cuando sólo contaba 4 años de edad, por lo que queda al cuidado de su abuela materna y de su padre, el rabino Léopold Breuer considerado una eminencia en el judaísmo y responsable de un manual de instrucción judía.
Este contexto religioso familiar hace que Josef Breuer llegue a su adolescencia como agnóstico, y oriente sus estudios hacia la práctica médica (posiblemente el entorno menos religioso posible en la época) que comienza en 1859.
Una vez finalizados se convierte en médico asistente en el Hospital General de Viena. Finalmente se acredita como docente adscrito a la Universidad de Viena en 1867. Josef Breuer destaca en muchos ámbitos de su carrera médica descubriendo la función del nervio neumogástrico (nervio vago) y uno de los principales investigadores de los receptores vestibulares del oído, pero lo que nos ocupa es su papel extraordinariamente relevante en lo que a la hipnosis se refiere.
La catarsis de Josef Breuer
La relación de Josef Breuer con la hipnosis comienza una vez finaliza sus estudios de medicina y resuelve su servicio militar, gracias a una beca que le permite estudiar en París con Jean Martin Charcot.
La relación con Charcot fue básica en su andadura hacia el descubrimiento de la histeria y la hipnosis. En el año siguiente, ya de vuelta a Viena, se casa, y abre su consultorio privado con algunas privaciones económicas.
Un poco después, Breuer inicia un sólida amistad con su joven colega Sigmund Freud, que influenciado por él también solicita una beca para su formación con Charcot y sobre el que ejercería una figura prácticamente paterna.
Josef Breuer recibe en su consultorio el famoso caso de su cliente Anna O. (nombre supuesto que le pone en sus publicaciones a Bertha Pappenheim) por una afección de tos severa, parálisis en las extremidades del lado derecho de su cuerpo y trastornos de visión, audición y habla, así como alucinaciones y pérdida de conciencia, por lo que le diagnostica histeria.
Breuer observa que mientras Anna experimenta sus «ausencias» con fuertes cambios de personalidad, murmura palabras o frases para ella misma ligadas a una atracción física por Breuer, que califica como «fantasías melancólicas acompañadas por una belleza poética«.
Temeroso sobre una posible influencia negativa en su feliz matrimonio, Breuer pierde su interés por el caso y lo traspasa a su amigo y colega Sigmund Freud, para que se haga cargo del asunto. Freud observa que antes de su enfermedad, Anna O. había vivido una vida sana y era una mujer inteligente, con imaginación activa y soñadora, (de hecho Bertha Pappenheim llega a liderar un fuerte movimiento feminista y obtiene después una enorme relevancia social) sin embargo, su dedicación a cuidar a su padre enfermo de tuberculosis comienza a hacer mella en ella, hasta el punto en que Anna también enferma.
El método catártico de Josef Breuer
Breuer desarrolla el método catártico o catarsis (palabra del cátaro que significa puro) en la terapia, inspirado en Aristóteles, que se basaba en la liberación de las emociones, purificando la mente de pensamientos y sentimientos arraigados y perjudiciales, que posteriormente comparte con Freud, realizando una publicación conjunta sobre la teoría de la abreacción y de sus trabajos sobre la histeria.
La teoría catártica de Josef Breuer era un método que consistía en someter al enfermo a un estado de hipnosis, donde poder remontarse a las escenas traumáticas originarias y aflorarlas de forma consciente, a efectos de que el paciente consiga descargarse de estas emociones y sus nocivos efectos, dando por entendido que tales recuerdos traumáticos poseían una carga afectiva asociada que denomina «monto de afecto» que finalmente conducían a la histeria.
Naturalmente tales recuerdos, según Breuer, no se manifestaban de forma consciente, y extrae de Janet el término subconsciente para explicar la intensa latencia de los mismos y la razón por la cual no podían disiparse, conduciendo finalmente a la histeria, y cuyo tratamiento debía basarse en la revivición de tales recuerdos traumáticos mediante la abreacción hasta conseguir disiparlos y desligarlos de la conducta.
Freud continúa este método catártico de Josef Breuer durante un breve tiempo (de 1886 hasta 1896) hasta que intuye que algo no funciona en el procedimiento.
Rápidamente Freud observa que la revivición de las experiencias traumáticas que explican la histeria del paciente mediante la abreacción, muy lejos de liberar y disipar el supuesto «monto de afecto«, lo que obtenía con frecuencia eran recuerdos fabulados que no se correspondían con la experiencia real, y que por tanto, no podían explicar la histeria que sufría.
Por esta razón, Freud decide eliminar la hipnosis del procedimiento y buscar estos recuerdos traumáticos subconscientes mediante la cura por el habla, que posteriormente se convertirá en la asociación libre y el psicoanálisis.
Es el comienzo del fin de la abreacción, aunque se mantendrá durante décadas. La diferencia entre el método catártico de Josef Breuer con hipnosis y Sigmund Freud sin hipnosis, es que el primero colocaba al paciente en una «inconsciencia relativa«, mientras que la cura por el habla exploraba estos recuerdos inconscientes de una forma más directa evitando el falso recuerdo, según escribe Chauchard en 1971.
Lo que el conocimiento científico encuentra después, es que estas teorías catárticas mediante la abreacción es que estaban basadas en un postulado erróneo, ya que ni la histeria (enfermedad del útero) de Charcot estaba adecuadamente definida (de hecho la enfermedad no existe como tal), ni los trastornos de la conducta se producen debido a los recuerdos traumáticos subconscientes acumulados (excepto el estres postrumático) y el «monto de afecto» derivado, ni mucho menos la abreacción accedía ni disipaba a tales recuerdos, por tanto toda la premisa era falsa.
La influencia de Josef Breuer
Josef Breuer nos deja un legado basado en postulados erróneos que perdura hasta la segunda mitad del siglo XX, consistente en la hipnosis regresiva o de abreacción como método catártico de tratamiento de la histeria primero, y de los trastornos de la conducta después.
El procedimiento se extingue una vez el conocimiento científico logra entender los procesos cognitivos y su distorsión, como base fundamental del trastorno de la conducta, que precipita respuestas comportamentales de evitación, al margen de su predisposición genética.
Igualmente la ciencia descubre el falso recuerdo como resultado habitual de la abreacción de la mano de Elizabeth F. Loftus de la University of California, y su establecimiento como una consecuencia del síndrome de Korsakoff, o los denominados «mentirosos honestos«.
Igualmente se desvela la neurología no reproductiva de la memoria en los recuerdos, sino su carácter reconstructivo por necesidades anatómicas que invalidan completamente el procedimiento, especialmente si se establecen procedimientos coercitivos, como podrían ser la regresión a experiencias no memorizadas en absoluto, tales como etapas en el claustro materno o incluso «vidas anteriores«.
En este punto, los psicólogos, o mejor dicho, los psicólogos honestos, abandonan la abreacción como procedimiento sin base empírica desechada por el conocimiento científico, pero hordas de hipnoterapeutas sin ilustración alguna continúan con su práctica, produciendo un gran desprestigio a la hipnosis, y creando en torno a ella un estigma de fraude del cual nunca se recuperó.
Preguntas frecuentes sobre Josef Breuer
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Referencias
- Ellennberger H.F. L’histoire d’Anna O.: Etude critique avec documents nouveaux. A propósito de Anna O., L’Evolution Psychiatrique (1972).
- Dalma J. La catharsis en Aristóteles, Bernays y Freud. Revista de Psiquiatría y Psicología Médica vol. 6 (1963).
- Bernays J. Zwei Abhandlungen über die aristotelische Theorie des Drama (1880).
- Cranefield P.F. Josef Breuer’s evaluation of his contribution to psychoanalysis. International Journal of Psychoanalysis 5 (1958).
- Hirschmüller A. Physiologie und psychoanalyse im leben und werk Josef Breuer. Hans Huber (1978).
- Hirschmüller A. Balsam auf eine schmerzende wunde. Zwei bisher unbekannte briefe Sigmund Freuds über sein Verhältnis zu Josef Breuer. Psyche. Zeitschrift für Psychoanalyse 41 55-59 (1987).
- Reeves C. Breuer, Freud and the case of Anna O.: A Re-examination. Journal of Child Psychotherapy 8 203-214 (1982).
- Josef Breuer & Sigmund Freud: Über den psychischen Mechanismus hysterischer Phänomene. Vorläufige Mittheilung. Medicina Blätter 16 S. 4-10 43-47 pp. 33-35, 49-51 (1893).
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